El diagnóstico sobre la situación de la industria petrolera es reiterado una y otra vez por los efectos de la sobreproducción y de la baja demanda.
Una cuestión que debe plantearse frente al estado actual del sector petrolero es si, conforme a los principios de la contratación estatal, es válido invocar el quebranto de equilibrio económico contractual con el fin de lograr que por la vía del acuerdo entre el Estado y el contratista se produzcan cambios en sus términos económicos que lo reestablezcan.
La semana pasada, para conmemorar los 130 años de existencia de la Universidad Externado de Colombia, el profesor francés Thomas Piketty, autor del Capital en el Siglo XXI estuvo dictando una charla sobre sus principales tesis y su visión de la situación Colombiana.
La baja actual de precios del petróleo ha generado una crisis que, como dice el presidente Santos, no es solo del sector sino del país, por los efectos en las finanzas públicas, en el crecimiento económico, en el desarrollo regional, y en la autosuficiencia en el mediano y largo plazo.
Es común hablar de la necesidad de contar con instituciones fuertes como fundamento para el logro desarrollo de la política petrolera en Colombia. Conviene detenerse a pensar qué significa ese concepto e identificar los elementos que lo componen.
Los primeros acuerdos entre el Gobierno Colombiano y la guerrilla de las FARC no fueron realmente en la última semana sino hace un año, cuando se sentaron a analizar la posibilidad de iniciar unos diálogos de paz.
Son diversas las formas de identificar los Petro – Estados pero en algunos casos, cuando la mayoría de las características se cumplen, no hay duda de su existencia con las anomalías que perjudican sus economías y afectan a la población.
se está definiendo la suerte de las 52 empresas que quedaron habilitadas para participar en la licitación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) que compiten por 115 áreas, incluyendo las 102 continentales y las 13 costa afuera, así como las 30 que son prospectivas para yacimientos no convencionales.
Son diversos los retos de la industria petrolera, como diversas las maneras de superarlos y, por supuesto, las responsabilidades de los gestores.
El país ha iniciado el proceso de desarrollar hidrocarburos de yacimientos no convencionales mediante la implementación de un marco regulatorio y un sistema de contratación de inversionistas: las arenas y carbonatos apretados, el gas metano asociado a mantos de carbón, el gas y petróleo de lutitas y las arenas bituminosas.